El cacharro cuenta con un acelerómetro de tres ejes, indicadores LED, conectividad Bluetooth 4.0 de bajo consumo y Wi-Fi 802.11n, batería de ion-litio con una autonomía superior a los diez días y un sistema de enganche compatible con todos los collares. Además, tratándose de lo que se trata tampoco está mal que sea resistente a los impactos y el agua.
Entre sus funciones encontramos la monitorización del descanso de nuestra mascota para medir patrones diarios y a largo plazo, llevar un registro de los momentos que pasamos juntos, comparar a nuestro perro con otros de su misma raza, edad o peso, detectar cambios en su comportamiento, definir objetivos o incluso compartir fotos y eventos con nuestros familiares y amigos, faltaría más.
Un punto a destacar que puede incluso justificar la existencia de Whistle desde un punto de vista más racional es su posible utilidad para aportar información extra que ayude a nuestro veterinario a detectar en un momento dado un problema y ponerle solución. A fin de cuentas estos se enfrentan a un problema similar al de los pediatras, con pacientes que no pueden hablar para contar lo que les pasa.
Whistle está disponible en venta anticipada por un precio de 99,95 dólares a los que podemos añadir otros 19,95 en caso de que queramos grabarlo con láser para añadirle alguna frase divertida o algo más práctico como el nombre de nuestro perro y un numero de teléfono; y los primeros pedidos comenzarán a enviarse este otoño (para EEUU).
No es ninguna ganga pero, en cosas peores he terminado gastándome el dinero.
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